viernes, 28 de septiembre de 2007

Peor para el sol



Es sin duda mi preferida.-

jueves, 27 de septiembre de 2007

miércoles, 26 de septiembre de 2007

del rosa al amarillo



















Por los cerros de Úbeda anduve el otro día
de vuelta a los zaguanes azules de mi infancia,
los olivos bordaban su antigua geometría,
el tiempo es un exilio más cruel que la distancia.

Escarbé en los desvanes de los viejos baúles
buscando en dobles fondos el eco de una brasa,
los años apolillan los besos y los tules,
ninguna edad es buena para volver a casa.

Con su trabajo sucio las uñas del olvido
se ensañan con el luto del alma trashumante,
de todo lo ganado, de todo lo perdido,
apenas sobrevive la sombra de un instante.

Aquí nací; sin bici ni perro que me ladre
dejé en los soportales la huella de mi canto.
Aquí, ya en otro siglo, las hijas de las madres
que amé tanto me besan como se besa a un santo.

Yo iba a los salesianos, ella a las carmelitas,
calcetinitos blancos y babi azul marino,
la tarde que me dijo que sí la margarita
estrené un corazón fluvial y ultramarino.

Dormitaban los trenes en Linares-Baeza
sin pasar por tu Mágina, pobre Muñoz Molina,
la miel de otras colmenas hervía en mi cabeza,
entre tantos Martínez elegí ser Sabina.

Arrecia el vendaval de hojas de calendario,
la luna es un semáforo de carne de membrillo,
esta noche me espera Madrid, otro escenario
y tres generaciones del rosa al amarillo.

Yndia












Salgo a caminar
por la cintura cósmica del sur,
piso en la región,
mas vegetal del viento y de la luz;
siento al caminar
toda la piel de América en mi piel
y anda en mi sangre un río
que libera en mi voz su caudal.

Sol de Alto Perú,
rostro, Bolivia, estaño y soledad,
un verde Brasil,
besa mi Chile, cobre y mineral;
subo desde el sur
hacia la entraña América y total,
pura raíz de un grito
destinado a crecer y a estallar.

Todas las voces todas,
todas las manos todas,
toda la sangre puede
ser canción en el viento;
canta conmigo canta,
hermano americano,
libera tu esperanza
con un grito en la voz.

martes, 25 de septiembre de 2007

Un millon de fragmentos



En estos di­as el otoño hizo sentir su presencia, cambio el paisaje, cambio el cielo, y posiblemente tambien cambie mi vida, pero ese es otro tema.- Disfruto de mi pequeño placer terrenal, con enorme satisfaccion, sin prisa y casi sin remordimientos.- Tomo la copa por el pie y hago girar el liquido oscuro y aromatico, tannat uruguayo, luego degusto el amargo y agradable sabor, languidezco en mi...
...
No sé cuanto tiempo estuve hundida en aquel sonambulismo en que los sentidos perdieron su valor. Solo sé que después de muchas horas incontables oí una voz en la pieza vecina. Una voz que decía: "Ahora puedes rodar la cama para ese lado"...
...
El frío del invierno me hacía sentir las lágrimas en el rostro, que se mezclaban con las aguas heladas que pasaban por delante de mí. En algún lugar ese río se junta con otro, después con otro, hasta que lejos de mis ojos y de mi corazón todas esas aguas se confunden con el mar.
...
Las pupilas se te quedaron verdes y las mejillas sumamente pálidas. De contemplar a tal visitante, se te agrandaron de manera tan rara los ojos, tan tiernamente te apretó la garganta, que te dejó para siempre ganas de llorar...